27 de diciembre de 2009
Disfrazas tu desnudez y tus ojos miel cubres con velos de frío negro sin párpados. A diario aparentas detestar la forma de lo que adoptas en los momentos de silencio, cuando aparece en niebla y con un susurro helado que enciende mis mejillas y llena mis pulmones, observas mi figuras inexpresivamente, escondiendo lo que solo tu sabes. Quizás desesperación y frustración; añoranzas y sonrisas; tristeza y sufrimiento; debatiendo contigo mismo acerca de lo posiblemente correcto y racional, algo a lo que nunca nos pudimos adoptar.